Por pura casualidad nos hemos topado con un blog que trata sobre la educación en Primaria y han puesto algunas frases célebres sobre educación y lectura. Os dejamos la dirección del blog a continuación, y por supuesto las frases célebres también. Espero que sea de vuestro agrado :-).http://ingebel.blogcindario.com/2006/05/00057-frases-celebres-sobre-la-educacion-y-la-lectura.html


El objeto de la educación es formar seres aptos para gobernarse a sí mismos, y no para ser gobernados por los demás. Spencer, Herbert



La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos. Confucio

La parte más importante de la educación del hombre es aquella que él mismo se da. Scott, Walter

Quizá la obra educativa que más urge en el mundo sea la de convencer a los pueblos de que su mayores enemigos son los hombres que les prometen imposibles. Maeztu, Ramiro de
Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él. Kant, Emmanuel 
Una cosa es saber y otra saber enseñar. Cicerón, Marco Tulio

No deja de ser humillante para una persona de ingenio saber que no hay tonto que no le pueda enseñar algo. Say, Jean Baptiste

Enseñar a quien no quiere aprender es como sembrar un campo sin ararlo. Whately, R.

Mediante la lectura nos hacemos contemporáneos de todos los hombres y ciudadanos de todos los países. Antoine Houdar de la Motte

Cuando rezamos hablamos con Dios, pero cuando leemos es Dios quien habla con nosotros. San Agustín







Después del recreo tocaba en 6º de Educación Primaria la dinámica fue muy parecida. Comenzamos con las exposiciones de los murales que faltaban y hubo un problema con un grupo que se negaba a exponer. Después de intentar razonar con ellos dijeron que si les dejaba 5 minutos para preparárselo lo harían, por lo que les dejé y les expliqué la actividad de hoy al resto. Pararon de escribir las cartas para escuchar la última exposición del mural, y después escribieron todos las cartas. Uno de los que habían expuesto pensó que podía librarse y dijo que no se había enterado, pero yo sabía que no era verdad, por lo que le dije que comenzara ahora a escribirla. Como se negó, decidí que lo mejor para que participara en la actividad era que fuera él el que leyera las cartas. ¡Y funcionó! Al final todos participaron y lo pasaron bien.







